Nuevo estudio de Manning MJ, Gauvreau K, Curley MAQ publicado en 2015 en la revista American Journal of Critical Care.

Las fuerzas de cizalla actúan próximas a la protuberancia ósea (occipucio). El escaso panículo adiposo y la menor fuerza de cohesión entre el tejido y el hueso facilita la isquemia

Las fuerzas de cizalla actúan próximas a la protuberancia ósea (occipucio). El escaso panículo adiposo y la menor fuerza de cohesión entre el tejido y el hueso facilita la isquemia. Fuente: García-Molina P.

A través de las tecnologías que almacenan y gestionan los datos diarios en los hospitales, el equipo deinvestigación logró analizar los posibles factores asociados a la aparición de una UPP occipital. Sabemos que el especial tamaño de la cabeza -respecto al adulto- y la laxitud de sus músculos, facilita que los tejidos que envuelven la zona occipital sufran mayores distorsiones internas. Coexisten zonas de presión directa perpendicular con zonas que sufren fuerzas en cizalla.

Para las autoras era necesario identificar estos otros factores asociados, aunque recomiendan que este mismo estudio se haga de forma prospectiva. En un periodo de 4 años encontraron 60 casos de UPP occipital. Más del 50% fueron UPP categoría I y II. La mediana de edad de la muestra fue de 12 meses. Los factores de riesgo que con mayor frecuencia se repitieron en los niños/as con UPP occipital fueron: la presencia de sedación, intubación, agitación, quién tenía catéteres venosos en el cuello (impiden la movilidad de la cabeza) y quiénes recibían drogas vasoactivas. Además pudieron recuperar la información relativa a la valoración del riesgo que se hizo con la Braden Q.

La protección de la zona occipital en los menores de 3 años debe ser una de las principales intervenciones preventivas en la práctica clínica asistencial. Este estudio de investigación arroja un nuevo haz de luz para entender los principales factores de riesgo.