Hola de nuevo compañeros/as:
Estamos de enhorabuena y porque no decirlo muy contentos y entusiasmados. Y es que en este año 2018 aunque no nos hemos prodigado mucho en la publicación de entradas en el blog, nuestro equipo científico se ha estado moviendo por diferentes proyectos que han consumido mucho tiempo a nuestra habitual divulgación de contenidos.
Pero hoy no es un día para justificarnos con explicaciones peregrinas, hoy es un día de alegría. Una alegría que hacemos extensible a toda la comunidad científica y asistencial que nos sigue con interés, todos y todas las que estáis preocupadas por el riesgo que tienen nuestros niños de padecer úlceras por presión u otras heridas crónicas.
El pasado mes de Junio la revista «International Wound Journal» publicó un artículo que se titulaba «Pressure ulcers’ incidence, preventive measures, and risk factors in neonatal intensive care and intermediate care units». Este artículo está firmado por un equipo de personas que seguro os suenan de esta página web: Pablo García‐Molina, Evelin Balaguer‐López, Francisco Pedro García‐Fernández, María de los Ángeles Ferrera‐Fernández, José María Blasco y José Verdú.
A continuación os mostramos el resumen comentado en castellano del artículo que os recomendamos leáis completo si queréis realizar algún estudio similar.
RESUMEN
Los estudios epidemiológicos sobre las úlceras por presión (UPP) en los niños hospitalizados son escasos. España carece de estudios de investigación exhaustivos que proporcionen datos sobre la prevalencia o incidencia en esta población. Este trabajo fue desarrollado para determinar la incidencia de UPP en niños hospitalizados ingresados en unidades de cuidados intensivos e intermedios, junto con factores de riesgo relevantes y medidas preventivas
Comentario: Hace poco, en la revista GEROKOMOS pudimos observar un estudio pero de prevalencia y dirigido a las Lesiones Relacionadas con la Dependencia (LRD) donde se incluían las UPP.
Se realizó un estudio prospectivo para evaluar la incidencia de UPP en neonatos. Los factores de riesgo y las medidas preventivas se evaluaron mediante un modelo de regresión logística multivariante. Se incluyó una muestra de 268 bebés. La incidencia acumulada de UPP fue del 12,70% (intervalo de confianza del 95%, IC95% = [8,95% -17,28%]). La incidencia acumulada en las unidades de cuidados intermedios fue del 1,90% (IC95% = [0,39% -5,45%]), mientras que fue del 28,18% (IC95% = [20,02% -37,56%]) en las unidades de cuidados intensivos. Las PU se clasificaron como categoría I, 57,10%; categoría II, 31.70%; y categoría III, 11.10%.
Comentario: En pocas palabras significa que en los 6 hospitales participantes más de 1 de cada 10 ingresados tuvieron al menos una úlcera por presión. Si nos fijamos solo en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) la cifra subiría a casi 3 de cada 10 neonatos ingresados. La buena noticia, por decir algo, es que la mayoría de las UPP fueron categoría I, y que no se registraron UPP de categoría IV.
El análisis multivariado encontró los siguientes factores de riesgo: puntuaciones bajas en la escala de valoración de riesgo e-NSRAS (Riesgo relativo (RR) 0,80; IC95% = [0,66-0,97]), el uso de ventilación mecánica no invasiva (VMNI) (RR 12.24; IC95% = [4.02-37.32]) y la duración de la estancia (RR 1.08; IC95% = [1.02-1.15]), lo que sugiere un impacto directo de estos factores en el desarrollo de las UPP. El método canguro influyó en la prevención de las UPP (RR 0,26; IC95% = [0,09-0,71]).
Comentario: La escala e-NSRAS es una herramienta muy útil para prevenir UPP en neonatos. Sobretodo en aquellos neonatos con dispositivos clínicos como la VMNI. Los que son portadores de VMNI tienen 12 veces más riesgo de UPP (de ahí que nuestro equipo haya creado un proyecto de DOCUMENTO DE CONSENSO sobre prevención de UPP en portadores de VMNI). Pero además la estancia hospitalaria es otro factor de riesgo importante que demuestra que «como en casa no nos cuida nadie». Pero si tengo que estar en el hospital mejor estar encima de mis padres (métodocanguro).
Los bebés ingresados en unidades de cuidados intermedios sufrieron también UPP. En el caso de las unidades de cuidados intensivos, la incidencia fue aún mayor. El riesgo aumenta con la duración de la estancia, mientras que la presencia de dispositivos clínicos, particularmente ventilación mecánica no invasiva, es la principal relación causal.
Comentario: Es necesario seguir investigando sobre los factores de riesgo de UPP en población pediátrica. Este tipo de estudios ha evidenciado que incluso en cuidados intermedios existen riesgos de UPP y que hemos de estar atentos como profesionales de la salud responsables de la seguridad de nuestros pequeños/as pacientes.
A lo largo de esta parte del año os iremos informando respecto a los nuevos hallazgos encontrados en este y otros estudios relacionados. Poco a poco desde España se están realizando estudios sobre UPP y otras heridas en Neonatos que pueden dilucidar nuevos métodos de prevención y tratamiento.
Saludos y nos seguimos viendo y leyendo por aquí.
Dr. Pablo García Molina (autor/editor)