Hace unos días leíamos una entrada en el blog de enfermerapp sobre la oportunidad de colaborar, como personal sanitario, en proyectos de diseño de herramientas que luego usaremos en el trabajo.
No siempre se tiene esa ocasión, a veces surge por casualidad, o porque los» intereses» y la serendipia se encuentran en internet o vaya usted a saber cómo.
Teníamos ganas de contaros una pequeña historia de la que estamos particularmente satisfechos e incluso orgullosos.
Alejandro Escario es un ingeniero que decidió apostar por un proyecto muy particular e interesante.
En lo que se llaman los países económicamente desarrollados se da por hecho muchas cosas y tenemos acceso a materiales que son difícilmente imaginables en otras partes del mundo.
Alejandro decidió diseñar una incubadora «low cost» que pudiese ser de fácil creación, montaje en el país de origen y que diera el mejor servicio a los niños prematuros nacidos en países en vías de desarrollo económico.
El nombre de ese proyecto de incubadora es In3
Alejandro como coordinador e ideologo, y el resto del equipo que forma parte de este proyecto, tenían muy bien pensados un montón de aspectos de cómo generar por impresión 3D piezas de la incubadora, que tipo de electrónica iba a ser necesaria, como sería el embalaje para el transporte y un sinfín de detalles.
Era necesario este nivel de diseño, pues la intención es que cada organización sanitaria pudiera fabricar su propia incubadora con los materiales de su país. A través de los planos facilitados por el equipo del proyecto In3 y su asesoramiento se podrían fabricar las incubadoras, solo siendo necesario adquirir algunos componentes electrónicos a un precio muy asequible.
En el año 2015, en el 12º Congreso Mundial de Medicina Perinatal, celebrado en Madrid tuvimos la ocasión de conocer a Alejandro y uno de los prototipos de la incubadora. Sin embargo, no pudimos dejar de observar un detalle, quizás pequeño para personas ajenas al mundo de la neonatología y era… ¿dónde iban a descansar los niños?
En este primer encuentro le sugerimos que era necesario contar con un colchón que cumpliera una serie de características. En el segundo encuentro ya estábamos dentro del equipo del proyecto y nos pusimos manos a la obra. Aportamos la idea un colchón anti úlceras por presión y anti plagiocefalia (con su nombre técnico de Superficie Especial del Manejo de la Presión -SEMP-), que cumpliera un mínimo de prestaciones:
- Que redistribuya la presión producida por el cuerpo del neonato.
- Que mantenga la temperatura del neonato.
- Que sea seguro y no produzca reacciones con el funcionamiento de la incubadora.
- Que fuera de fácil fabricación, embalaje y envío.
- Que su precio fuera asequible a todos los bolsillos.
Para alcanzar estas prestaciones es esencial que exista una colaboración estrecha entre los profesionales sanitarios clínicos, la Universidad y las empresas del sector. Miembros del grupo científico upppediatria.org se encuentran de lleno en el proyecto y esperan pronto poder ofrecernos nuevas noticias sobre las SEMP diseñadas para el proyecto In3.